Responsabilidad personal

La solución para la actitud autoritaria es asumir la responsabilidad personal de la propia felicidad. Esta es la solución segura para la actitud autoritaria, que es un impedimento para la felicidad.

El significado de la responsabilidad personal por la propia felicidad es que uno no debe culpar a los demás ni a las circunstancias de la vida por la propia felicidad. Muchas veces, tenemos demasiadas expectativas de nuestras vidas. Nuestra imaginación tiene un impacto mayor en nuestras emociones que la realidad. A menudo imaginamos mucho sobre cómo celebraremos un cumpleaños y las escenas que imaginamos siempre son demasiado color de rosa. La experiencia real puede no ser tan estimulante.

Control del entorno interno

Esto lleva al hecho de que podemos girar nuestros pensamientos regulando nuestra imaginación y así, regular nuestras emociones. Tomar el control de tus sentimientos no es lo mismo que controlar a las personas y los resultados. Tomar el control de las personas y los resultados significa controlar las circunstancias externas. Controlar las propias emociones es como controlar el entorno interno.

John Milton había dicho que "La mente en sí misma puede hacer del cielo un infierno y un cielo del infierno". No es una tarea fácil desarrollar la capacidad de controlar las propias emociones. Lleva mucho tiempo y requiere superar obstáculos internos para esto. Sin embargo, es posible con la práctica.

Pesimismo

El pesimismo es un factor que influye en el entorno interno. Para nosotros no tiene sentido que debamos ser felices después de perder un trabajo. Pero de esta manera, uno nunca puede ser feliz. No es necesario ser feliz en situaciones extremadamente malas o deprimentes. Lo que se requiere de nosotros es la capacidad de retener la felicidad en las situaciones más simples, como estar atrapado en el tráfico, escuchar los regaños del gerente, etc. Se requiere resiliencia en nuestras emociones.

Cada uno de nosotros necesita estirarnos un poco más allá de nuestros niveles actuales de resiliencia. Otro obstáculo es la idea errónea de que la gente se aprovechará de nuestro buen comportamiento. Sin embargo, ser personalmente responsable de la felicidad no significa que no debamos culpar a los demás por sus errores deliberados. Sin embargo, no debemos afectar nuestra felicidad gritándoles o peleando con ellos.

Estar a cargo de ti mismo

Ser personalmente responsable de la felicidad no te convierte en un muñeco de trapo. Debe tener una actitud en la que sienta la necesidad de controlar sus emociones para la felicidad y no culpar innecesariamente a los demás por su infelicidad. El autocontrol ayuda a una mejor adaptación con las personas, menos abuso de alcohol y drogas, mayor autoestima, mejores relaciones con otras personas, apego seguro y mejores respuestas emocionales.

En el próximo capítulo, aprenderemos cómo asumir la responsabilidad personal nos ayuda como antídoto contra el comportamiento autoritario que poseemos y cuáles son las estrategias para regular nuestras emociones para mejorar la felicidad.