Teorías modernas

Hay muchas teorías y conceptos asociados con el comercio internacional. Cuando las empresas quieren internacionalizarse, estas teorías y conceptos pueden guiarlas para que sean cuidadosas y estén preparadas.

Hay cuatro teorías modernas principales del comercio internacional. Para tener una idea breve, siga leyendo.

El modelo de Heckscher y Ohlin

La teoría de Heckscher-Ohlin trata sobre el comercio de bienes y servicios de dos países entre sí, en referencia a su diferencia de recursos. Este modelo nos dice que la ventaja comparativa está realmente influenciada por la abundancia relativa de factores de producción. Es decir, la ventaja comparativa depende de la interacción entre los recursos que tienen los países.

Además, este modelo también muestra que la ventaja comparativa también depende de la tecnología de producción (que influye en la intensidad relativa). La tecnología de producción es el proceso mediante el cual se utilizan varios factores de producción durante el ciclo de producción.

La teoría de Heckscher-Ohlin dice que el comercio ofrece la oportunidad a cada país de especializarse. Un país exportará el producto que es más adecuado para producir a cambio de otros productos que son menos adecuados para producir. El comercio beneficia a ambos países involucrados en el intercambio.

Las diferencias y fluctuaciones en los precios relativos de los productos tienen un fuerte efecto sobre los ingresos relativos obtenidos de los diferentes recursos. El comercio internacional también afecta la distribución de los ingresos.

El modelo de Samuelson y Jones

Según el modelo de Samuelson-Jones, las dos razones principales por las que el comercio influye en la distribución del ingreso son las siguientes:

  • Los recursos son intransferibles de inmediato y sin incurrir en costos de una industria a otra.

  • Las industrias utilizan diferentes factores. El cambio en la cartera de producción de un país reducirá la demanda de algunos de los factores de producción. Por otros factores, lo aumentará.

Hay tres factores en este modelo: trabajo (L), capital (K) y territorio (T).

Los productos alimenticios se elaboran utilizando territorio (T) y trabajo (L), mientras que los productos manufacturados utilizan capital (K) y trabajo (L). Es fácil ver que la mano de obra (L) es un factor móvil y se puede utilizar en ambos sectores. El territorio y el capital son factores específicos.

Un país con abundante capital y escasez de tierra producirá más bienes manufacturados que productos alimenticios, cualquiera que sea el precio. Un país con abundancia de territorios producirá más alimentos.

Si los demás elementos son constantes, un aumento de capital aumentará la productividad marginal del sector manufacturero. Del mismo modo, un aumento del territorio aumentará la producción de alimentos y reducirá la fabricación.

Durante el comercio bilateral, los países crean una economía integrada donde la producción de bienes manufacturados y alimentos es igual a la suma de las producciones de los dos países. Cuando una nación no comercia, la producción de un producto será igual a su consumo.

Las ganancias comerciales son mayores en el sector exportador y menores en el sector importador competidor.

El modelo de Krugman y Obsfeld

El modelo de Krugman-Obsfeld es el modelo estándar de comercio. Implica dos posibilidades:

  • La presencia de la curva de oferta global relativa derivada de las posibilidades de producción.

  • La curva de demanda global relativa que surge debido a las diferentes preferencias por un producto seleccionado.

El tipo de cambio se obtiene por la intersección entre las dos curvas. Un tipo de cambio mejorado - siendo constantes los demás elementos - implica un aumento sustancial del bienestar de ese país.

El modelo de Michael Porter

Michael Porter identificó cuatro etapas de desarrollo en la evolución de un país. Las fases dependientes son: factores, inversiones, innovación y prosperidad.

Porter habló extensamente sobre atributos relacionados con competitive advantagesque una organización puede lograr en relación con sus rivales, que consiste en un menor costo y diferenciación. Estas ventajas se derivan de factores que permiten a una organización superar a la competencia, como una posición superior en el mercado, habilidades o recursos.

En opinión de Porter, la gestión estratégica de las empresas debería preocuparse por crear y mantener ventajas competitivas.