Implementación de la política de civilidad
Hablar con los compañeros de trabajo sobre la necesidad de ser civilizados y respetuosos con los demás es el enfoque tradicional de la civilidad; sin embargo, se ha observado que, en ausencia de una política de civilidad claramente definida, las personas a menudo tienden a abusar de su autoridad, lo que a su vez , hace que la otra persona sea descortés en su conducta profesional. Esto da como resultado una enorme espiral descendente que afecta en gran medida los resultados de la empresa.
Para ser considerada una empresa con tolerancia cero a la descortesía, la empresa debe tener una política de civilidad efectiva que defina claramente lo que la empresa considera un comportamiento inaceptable en el lugar de trabajo. Eso hará que los empleados comprendan cuál es exactamente el comportamiento que se les exige y también evitará que otros se sientan explotados.
Características de la política de civilidad
Para representar con precisión la posición de la empresa en lo que respecta a la falta de cortesía en el lugar de trabajo, se debe specific, measurable, observabley definitive.
Specific- Las políticas de civismo deben describir el comportamiento no deseado de forma explícita. No basta con mencionar que el comportamiento grosero es inaceptable. El comportamiento grosero debe definirse adecuadamente y todas las acciones que constituyen un comportamiento grosero también deben mencionarse. Esto asegurará que la política no se malinterprete.
Por ejemplo, un entrenador que dé una charla dura a uno de sus compañeros de equipo no debe ser sometido a un comportamiento grosero. El lenguaje debe ser firme y serio y, al mismo tiempo, fácil de entender. Una Política de Civilidad no tendrá los efectos deseados si nadie la entiende en primer lugar.
Measurable- La política de civismo debe dar una definición cuantificada de las consecuencias. Por ejemplo, la política debe indicar explícitamente la cantidad de días que un empleado será suspendido si es declarado culpable de un solo comentario racista.
Observable- Las intenciones de una persona, a menos que sean observables, no deben figurar en la Política de civilidad. La política debe definir las consecuencias de las acciones no deseadas y no basarse en las intenciones de participar en acciones no deseadas, a menos que se demuestre claramente.
Definitive- Definir las consecuencias de no seguir la Política de Civilidad hará que los empleados se den cuenta de que la empresa se toma en serio la implementación de la política y la cumplirá. Dicho esto, debe haber un conjunto de diferentes grados de ofensa. No todas las ofensas deben tener la misma consecuencia. Por ejemplo, las consecuencias de que un empleado no responda a los correos electrónicos o las llamadas a tiempo no deberían ser las mismas si comete delitos graves como el acoso y la discriminación verbal, física o sexual.
Además de estos puntos, también debe haber una escalera de escalada para manejar el comportamiento descortés. Por ejemplo, un empleado que lanza un improperio podría recibir una advertencia verbal primero. En caso de que repita eso, se le debe dar una advertencia por escrito indicando que si repite la acción, la tercera vez resultará en su cese de la empresa. Además de esto, las consecuencias también deben ajustarse a las leyes nacionales y estatales.
Es importante recordar que una política de empresa es la base para una acción legal, por lo que quienes la redactan deben sopesar cuidadosamente la idoneidad de cada palabra, la regulación prescrita y su efecto correspondiente, así como la posible reacción violenta, si la hubiera.