Todos quieren ser perfectos. Muchas personas tienen modelos a seguir a quienes siguen de cerca y emulan con la esperanza de lograr el éxito que han logrado sus modelos a seguir.
Sin embargo, este impulso constante hacia la perfección a veces pone a las personas en situaciones en las que se imponen tantos objetivos absurdos con plazos imposibles para sí mismos que incluso si alcanzan su objetivo dentro del plazo, terminan comprometiendo gravemente muchos problemas importantes como la salud, las relaciones y otros compromisos. Personas como estas terminan sintiéndose solas, aisladas e irritadas todo el tiempo.
El mundo opera con la estabilidad y la seguridad que brindan las reglas; sin embargo, las reglas que son demasiado estrictas son contraproducentes, casi siempre. Una persona debe recordar que, aunque establecer altos estándares para uno mismo no es algo malo en sí mismo, demasiado de todo, incluso algo bueno, es malo.