Creamos una impresión sobre una persona a los pocos segundos de conocerla. Esta sensación de juzgar a una persona sin saber nada de ella es una cualidad intrínseca.
Esta capacidad de formarnos una impresión de una persona, rápidamente, de modo que podamos clasificarla en la categoría de “amigo”, nos ayuda a prepararnos para la defensa propia. Activa el mecanismo de defensa de "lucha o huida", que actuamos en consecuencia. En términos modernos, a esta intuición se le ha dado el término "primera impresión".
Siempre tendemos a respetar nuestro instinto y a escuchar nuestra voz interior más que cualquier explicación racional y esto forma una cualidad fundamental en todos los seres humanos. Esa es la razón, los expertos sugieren que cuando conoces a alguien por primera vez, debemos esforzarnos por lograr el look perfecto y presentar la imagen perfecta.
Conocer las etiquetas no solo nos permitirá comprender la sensibilidad de la otra persona, sino que también nos ayudará a presentar una impresión de un caballero o una mujer. Le ayudará a dar lo mejor de sí mismo para que el foco de la discusión subsiguiente se centre más en los temas de negocios en lugar de mirar fuera de lugar.