La mayoría de la gente confunde la etiqueta empresarial con solo un estudio de las diferencias culturales y las formas en que se pueden romper las barreras interculturales. Sin embargo, la verdad del asunto es que múltiples culturas y sus estudios son solo una parte de la etiqueta empresarial.
La cultura corporativa tiene una cultura distinta. Puede que no sea necesariamente un lugar de trabajo intercultural y, sin embargo, existen muchas reglas y códigos de idoneidad no escritos que existen y que se siguen con habilidad.
Estas normas se practican y se siguen tanto entre empresas como dentro de ellas. Por ejemplo, los empleados obtienen el reconocimiento de sus clientes por elegir vestirse con ropa formal en una reunión, incluso si no existe un código de vestimenta estricto.
Algo interesante a tener en cuenta es que la comprensión de la etiqueta comercial de una persona también podría verse influenciada y, a veces, incluso limitada por muchos factores que prevalecen en su lugar de trabajo.
Cosas como la declaración de la misión de una empresa, las líneas de productos, la imagen, la percepción, el valor de la marca, el alcance, los socios comerciales, los inversores, los clientes y los clientes pueden influir en la idea y la importancia de la etiqueta en la mente de los empleados de la empresa.