La ira crónica puede tener muchos efectos nocivos a corto y largo plazo en su salud, vida social y también en su vida personal. Además de perder amigos y romper relaciones con cada día que pasa, la ira también resulta en un sentimiento general de desconfianza y pérdida de la paz.
La ira afecta tu salud
Los períodos prolongados de comportamiento enojado ejercen un estrés tremendo sobre nosotros, lo que ahorra menos tiempo para que el cuerpo se relaje. Eso da como resultado problemas relacionados con la salud como presión arterial alta, diabetes e insomnio.
La ira afecta tu pensamiento
La ira hace que nuestro juicio sea confuso y conduce a una tergiversación de los hechos. También resulta en análisis repetidos del evento. Esto drena mucha energía mental, lo que conduce a la depresión y la hipertensión, entre otros problemas.
La ira hiere tu carrera
Las personas que no pueden aceptar críticas constructivas y no pueden manejar diferencias creativas u opiniones opuestas terminan expresando su malestar de manera agresiva, lo que resulta en que colegas y amigos los abandonen.
La ira afecta la vida personal.
La ira intensa evita que las personas socialicen contigo o se sientan cómodas contigo. La exhibición explosiva de ira también marca la psique de los niños de por vida.