IoT - Monitoreo ambiental

Las aplicaciones de IoT en el monitoreo ambiental son amplias: protección ambiental, monitoreo de condiciones climáticas extremas, seguridad del agua, protección de especies en peligro de extinción, agricultura comercial y más. En estas aplicaciones, los sensores detectan y miden todo tipo de cambio ambiental.

Contaminación del aire y del agua

La tecnología de monitoreo actual para la seguridad del aire y el agua utiliza principalmente trabajo manual junto con instrumentos avanzados y procesamiento de laboratorio. IoT mejora esta tecnología reduciendo la necesidad de mano de obra humana, permitiendo muestreos frecuentes, aumentando el rango de muestreo y monitoreo, permitiendo pruebas sofisticadas en el sitio y vinculando los esfuerzos de respuesta a los sistemas de detección. Esto nos permite prevenir una contaminación sustancial y desastres relacionados.

Clima extremo

Aunque los sistemas avanzados y potentes que se utilizan actualmente permiten una monitorización profunda, sufren por el uso de instrumentos amplios, como radares y satélites, en lugar de soluciones más granulares. Sus instrumentos para detalles más pequeños carecen del mismo objetivo preciso de tecnología más potente.

Los nuevos avances de IoT prometen datos más detallados, mayor precisión y flexibilidad. Una previsión eficaz requiere gran detalle y flexibilidad en el alcance, el tipo de instrumento y la implementación. Esto permite la detección temprana y las respuestas tempranas para evitar la pérdida de vidas y propiedades.

Agricultura comercial

Las granjas comerciales sofisticadas de hoy en día han explotado la tecnología y la biotecnología avanzadas durante bastante tiempo, sin embargo, IoT introduce más acceso a una automatización y análisis más profundos.

Gran parte de la agricultura comercial, como el monitoreo del clima, adolece de falta de precisión y requiere trabajo humano en el área de monitoreo. Su automatización también sigue siendo limitada.

IoT permite que las operaciones eliminen gran parte de la intervención humana en la función del sistema, el análisis agrícola y el monitoreo. Los sistemas detectan cambios en los cultivos, el suelo, el medio ambiente y más. Optimizan los procesos estándar mediante el análisis de grandes y ricas colecciones de datos. También evitan que se produzcan peligros para la salud (p. Ej., E. coli) y permiten un mejor control.